Dueles más que el amor

Fueron tantas las veces que me culpé que me dije a mí misma: le fallé a la mejor persona del mundo, no perfecta, pero si la mejor. Pasé años tratando de merecer tu amor, enfocada en demostrar que te amaba más que los errores que cometí. Te amaba tanto que al principio me dio miedo, y no supe cómo actuar o qué hacer con tanto amor.

Y ahora dueles porque me di cuenta de que no eres la mejor persona del mundo, ni tampoco la persona que jamás me lastimaría. No eres la persona que me dijiste ser, ni la persona que nunca me mentiría. En cambio, te convertiste en la persona que me hizo dudar de mi intuición, que me hizo odiarme por mis errores y que me cegó para no ver que todo lo que al principio me dio miedo terminó siendo la verdad más dolorosa. Mis errores, aunque no lo veas, fueron los mismos que los tuyos, o los tuyos los mismos que los míos, pero el más grande y el que más me rompió fue tu indiferencia.

No me amaste como pensabas, ni tampoco como decías. Nunca me perdonaste, ni tampoco te disculpaste. Nunca me diste una segunda oportunidad porque creo que al final sabías que tú también la necesitabas y que en el fondo sentías que no la merecías.

Estaba tan enojada que la sangre me quemaba, estaba tan enojada que la ansiedad me despertaba por las noches, tan enojada que no me di cuenta de que en realidad no era enojo lo que sentía, sino tristeza, decepción y un profundo dolor, y no porque te hayas equivocado, sino por tu indiferencia ante mi dolor, o tu indiferencia en general hacia el dolor ajeno. Dueles tanto que prefiero olvidarte, y me duele pensar eso, porque eras la persona que quería recordar por siempre, la que me enseñó a luchar, a merecer el amor, a asumir mis errores sin miedo, y aunque aprendí todo eso y más, duele menos olvidarte que volver a aprender todo de nuevo.

Te amé mucho, pero dueles más que eso y por eso, debo olvidarte. Y aunque no esté sujeta, por mi propio bien debo perdonarte, aunque no lo sientas, aunque no lo sepas. Y aunque suene inmaduro, como dijo Arjona una vez: 'No gana el que se va sino el que olvida”, y por primera vez en la vida, quiero competir para ganar.

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